El viaje incluyó la visita a los emprendimientos turísticos de miembros del pueblo originario de la Isla Navarino, así como también a sitios arqueológicos que rescatan la cultura del pueblo canoero de la zona.

Un equipo de la Gobernación Antártica y gracias al apoyo técnico de la IM de Cabo de Hornos gestionó una solicitud de Sernatur Magallanes para implementar un tour y  a los hitos turísticos relacionados con la cultura yagán en Puerto Williams.

Es así como este jueves y a bordo del bus municipal, los representantes de Sernaur, encabezado por su directora (s) María Angélica Olguín, la gobernadora (s) de la Provincia Antártica María Cecilia Triviño, junto al director de la ONG Regenera, y encargado del proyecto Zona de Interés Turístico de Cabo de Hornos, Jorge Moller, partieron acompañados de José Germán Gonzalez y Francisco Filgueira, miembros de la Comunidad Yagán de Bahía Mejillones para hacer el recorrido a través del patrimonio yagán que esconde y preserva la Provincia Antártica.

Una de las primeras paradas fue en Bahía Honda. Ahí el paisaje enmudece a los visitantes. En este escenario José Gonzalez comienza su discurso sobre la  preservación de los conchales que esconden los secretos de la vida de los antiguos yaganes que habitan hace miles de años estas islas australes. El hombre relata que la intervención de personas ajenas a la comunidad está destruyendo este sector de gran valor arqueológico y patrimonial.

El programa «Estudio, Diagnóstico y Ejecución. Sustentabilidad en Turismo de la Cultura Yagán» (más conocido como «Ruta Yagán») obedece a una gestión financiada por la Conadi Magallanes y ejecutada por la Gobernación Antártica para apoyar el emprendimiento de esta etnia en materia de turismo, beneficiando a 13 miembros de la comunidad que enfocan sus intereses en el desarrollo de una ruta turística basada que potencie su cultura.

Luego, el grupo partió hacia el sector de Santa Rosa, donde Francisco Filgueira mantiene un interesante emprendimiento familiar que cuenta con una acogedora cabaña con un quincho que cuenta con una maravillosa vista al lago Kimoa, que durante la temporada estival es ideal para los amantes de la pesca y los deportes náuticos y en la época de invierno, cuando el lago se congela, es el escenario perfecto para patinar sobre hielo.

Cabaña y quincho a orillas del lago Kimoa.

La cabaña está a poca distancia de la Estancia Santa Rosa, de propiedad de su abuelo, y que aún conserva los corrales de los animales, el galpón de estila y la casa principal, que data de finales del siglo XIX y que actualmente está habitada por el cuidador de la propiedad.

Filgueira destaca que a mediados del siglo XX, la estancia mantenía un solvente comercio con la ciudad de Ushuaia, abasteciéndola principalmente de carne, que en ese entonces se transportaba en balsas que atravezaban el Beagle.

Posteriormente, la comitiva visitó el chiejaus yagán, en la propiedad Claudia González. Acá se ofrece un turismo étnico basado en la cultura de este pueblo originario.

La construcción está hecha de un tramado de ramas de lenga y de coihue, en donde los antiguos canoeros realizaban la ceremonia de iniciación del chiejaus que consistía en entregar a los más jóvenes del clan la formación en cuanto a las tradiciones, valores y normas básicas de convivencia.

Tras el recorrido, María Angélica Olguín señaló que «la idea es traspasar la oferta turística de este pueblo originario, que es exclusivo de esta provincia, apoyarlo y potenciarlo. Empapar a todas las autoridades, funcionarios públicos, estudiantes y así hacer la bajada de la información al resto de los habitantes de Puerto Williams y a sus visitantes. De esta manera todos se sienten más comprometidos con estas iniciativas que, en el fondo, benefician a toda la comunidad».

Compartiendo las historias del pueblo yagán.

La mayoría de los hitos que incorpora la «Ruta Yagán» están emplazados en los alrededores de Puerto Williams, también se incorporó la actividad económica que desarrolla Blanca Garcés en Puerto Toro, con un negocio de artesanía y comidas que recibe a los turistas que llegan en ferri una vez al mes a visitar la localidad.